La República, reconociendo que los seres humanos, tienen necesidad de nutrirse para vivir, promueve y sostiene la transformación de los recursos naturales mediante el trabajo, favoreciendo la adecuación de las relaciones de producción, al nivel de desarrollo de las fuerzas productivas.
Ésta reconoce además la necesidad de un espacio territorial mínimo para cada persona y la necesidad natural necesidad de relacionarse con las demás.
Tutela por lo tanto las relaciones sociales, garantizando suficiente alimentación y habitaciones adecuadas.
Salvaguarda la salud física y mental mediante cualquier medio de tratamiento disponible y promoviendo la búsqueda de soluciones para la prevención y el tratamiento de las enfermedades, contribuyendo activamente a la obtención de la máxima esperanza de vida posible.
Garantiza igual dignidad a todos los habitantes, favoreciendo y tutelando la composición de la familia y de la pareja como base natural de la sociedad.
Protege la maternidad e infancia, promoviendo una educación flexible y responsable de los hijos.
Asiste a los más ancianos y favorece su permanencia integral en la sociedad, reconociendo su experiencia.
Asegura asistencia alimenticia y sanitaria a los indigentes, a los infortunados, a los enfermos, inválidos, a los parados involuntarios, a los ancianos y a cuantos se encuentran en estado de necesidad o de impedimento por una causa cualquiera, recuperando y activando cuantos pueden concurrir con beneficio a la vida social y productiva.
Estimula la proyectación y la realización del ambiente más adecuado y confortable para cada habitante.
Afirmando la plena libertad de las artes y de las ciencias, sostiene los procesos culturales y de formación, haciendo que la información sea transparente e incondicional y reduciendo los obstáculos para el máximo conocimiento, garantizando una instrucción y una formación cultural orientadas a mejorar las relaciones humanas y adecuándolas a las exigencias del mundo del trabajo, del arte, de las ciencias, de la técnica y de la ética.
Impide cualquier iniciativa que tienda a alejar las conciencias y a comprimir las libertades de juicio de sus propios habitantes.
Reconoce la unidad de todos los individuos e interviene en los conflictos entre instintos y razón y entre individuos y comunidades, sosteniendo la difusión del altruismo y la previdencia y garantizando efectiva solidaridad entre los pueblos, promoviendo activamente cada acción por la paz.
Se compromete a eliminar la criminalidad y sus causas y además a garantizar el orden público, atenuando de manera adecuada toda degeneración y corrigiendo sus efectos.
Garantiza la vida humana en sus manifestaciones y promueve los valores del ser y del devenir, salvaguardando la libertad de la mujer sin impedir que nuevas vidas lleguen al mundo, aunque considerando los efectos de un excesivo desarrollo demográfico, que debe ser mantenido dentro de límites sostenibles.
Notas sobre el Art.8